El vicepresidente de Venezuela, Tareck Aissami, anunció que el Gobierno obligará a las empresas del país a bajar los precios y volver a las cantidades a las que vendían sus productos en diciembre, después de acusar a los comerciantes de “inflar” los precios injustificadamente a principios de año.
“El 3 de enero los precios amanecieron inflados”, dijo El Aissami. “Los precios que ustedes colocaron son precios criminales, brutales sin justificación”, agregó el vicepresidente de Venezuela, un país que entro a finales del año pasado en hiperinflación y cerró el 2017 con una inflación acumulada de más del 2,600 % según el Parlamento.
Desde noviembre del 2007, la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socionómicos (Sundde) ha llevado a cabo inspecciones en centenares de negocios, a los que con el apoyo de efectivos de la Policía y la Guardia Nacional ha obligado a bajar los precios de algunos productos.
Estas rebajas forzadas han provocado largas colas y tumultos en todo el país, donde supermercados y otros establecimientos han quedado vacíos tras los descuentos, mientras que asociaciones de empresarios han alertado del posible cierre de algunos de sus socios al ser obligados a vender a pérdida.
Rechazan “ultimatum”
El diputado Simón Calzadilla, miembros de la delegación opositora en las negociaciones con el Gobierno, rechazó el “ultimatum ” lanzado por el presidente Nicolás Maduro en relación al diálogo que mantienen las dos partes. “Que nos explique si ese tono y esa amenaza, ese ultimátun, puede contribuir a un proceso serio de negociación, dijo Calzadilla.
En un discurso ante la Asamblea Constituyente, Maduro dijo que dará ” la ultima oportunidad a la oposición”, en referencia a la reunión programada para este jueves 18 de enero, que fue convocada después de que se cerraran sin acuerdo los encuentros previos entre Gobierno y oposición.
FUENTE: DIARIO GESTIÓN 17/01/2018